Siempre han existido los líderes. Solo basta con observar un poco los libros de historia y religión para darse cuenta de esto. No obstante, hasta lo que fue la revolución industrial, el liderazgo solamente se relacionaba con los contextos políticos y religiosos. En cambio, actualmente, el liderazgo industrial se ha convertido en un objeto de estudio. Por lo que se pueden encontrar nuevos tipos de líderes y formas jerárquicas, siendo el empowerment una de ellas.
¿De qué se trata el empowerment?
El empowerment es una herramienta o técnica que se basa en delegar, transmitir u otorgar poder, autonomía, autoridad y responsabilidad a los equipos de trabajo o a los trabajadores de una empresa. Con el fin de que tengan la capacidad para tomar decisiones, solventar inconvenientes o realizar tareas sin tener que consultar o contar con la aprobación de los superiores.
Esta palabra empowerment proviene del término power, que quiere decir poder, por lo que la traducción literal sería algo parecido a dar poder. Sin la menor duda, este es un método completamente distinto al tradicional. Donde los niveles más elevados de la empresa son los encargados de impartir las órdenes y de tomar las decisiones.
¿Cómo funciona el empowerment?
El empowerment está basado en cuatro puntos principalmente. En primer lugar, se encuentra el poder. Puesto que para que una filosofía como esta funcione, el gestor tiene que delegar autoridad y responsabilidad en cada uno de los niveles de la empresa.
Quiere decir, que es necesario confiar en las personas y otorgarles libertad. En el segundo punto se encuentra la motivación. Que es reconocer el buen desempeño, recompensar los resultados y celebrar las metas alcanzadas. También se habla del desarrollo, al referirse a la capacitación permanente que tienen que recibir los colaboradores.
Lo último es el liderazgo, ya que para evitar que el empowerment fracase las decisiones no tienen que ser centralizadas. Sino que las compañías deben dejar que sus empleados lideren.
¿Cuáles son las ventajas del empowerment?
Son cada vez más las empresas que optan por este tipo de filosofía, cosa que no es de extrañar si se tienen presente cada una de sus ventajas. La que posee mayor importancia, es que al obtener mayor poder, autonomía, responsabilidad y autoridad, los trabajadores se sentirán cada vez más reconocidos, considerados y, evidentemente, más útiles.
A consecuencia de esto, elevan su autoestima y se sienten más motivados y comprendidos dentro de la empresa. Siendo un factor que mejorará la productividad significativamente. Por otra parte, hay que tener presente que, al permitir que ocurra un fortalecimiento en los trabajadores, es posible aprovechar mejor sus competencias.
Aparte de esto, no se debe olvidar que aquellos empleados que se encuentran más cerca de los problemas o las acciones, son los más apropiados para tomar decisiones. Por último, es importante resaltar que, debido a esta filosofía, se evita la pérdida de tiempo. Bien sea en realizar una consulta o en la obtención de la aprobación de los superiores para tomar cualquier decisión.